Había mucho viento, pensó que era un buen día para pegarse un baño y hacer surf, cogió su tabla, se puso el neopreno, y condujo rumbo a la playa, la marea había subido, el agua llegaba hasta las escaleras, sólo tuvo que lanzarse al mar, las olas eran gigantes, al caerse de la tabla estaba nadando con el agua al cuello,se puso a bucear .
Estaba muy contento, su profesor de surf estaría muy orgulloso. Todo iba sobre ruedas, como si hubiera nacido sobre una tabla. El viento estaba a su favor, las olas gigantes sobre las que podía volar.
Lo pasó tan bien surfeando que ni se dio cuenta de que hora era, su madre le estaba llamando desde la orilla, era el cuarenta cumpleaños de su hermano y le iban a dar una sorpresa, "corre como una flecha" le dijo mamá sino no llegaremos al cumpleaños y tu hermano se llevará un disgusto.
Jo, mami, le hubiera dicho yo, justo en el mejor momento del día, surfeando, en pleno mar, y me interrumpes para ir a un cumple, jaajaja.
ResponderEliminarja ja así somos las madres!!!.cuando estan disfrutando llega la rutina :)
ResponderEliminarCon estos calores has conseguido que por un instante sintiera la sal del mar en la cara.... Aun siento como rompen las olas en la orilla!
ResponderEliminarFeliz semana
Nena, qué relato tan refrescante para este domingo tan calurosísimo... :P La madre tendría que haber trasladado el cumple sorpresa a la playaaaaaa :(, jajajajajaja
ResponderEliminarUn besazo.
Sí, hubiera estado guay,¡ fiesta en la playa!, siempre he querido asistir a una fiesta así
Eliminarseguro que hoy había olas para surfear, je je
ResponderEliminarMe ha venido fenomenal tu cuento para el calor que hace.
ResponderEliminarBss y feliz semana.
me alegro de que te haya gustado
ResponderEliminarGuapa, la verdad que sí, que un relato super refrescante, incluso para estas horas...genial...me han dado ganas a mí hasta de aprender a surfear. Un besito
ResponderEliminarsí, donde veraneo hacen surf y ¡¡¡me quedo soempre con ganas!!!
ResponderEliminarSiempre quise haber aprendido a sostenerme sobre una tabla, pero viendo lo pato que soy casi mejor ni haberlo intentado, jaja. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarSí aprendo te aviso porque más pato que yo no creo que seas.je je
ResponderEliminarTiene que ser flipante esa sensación. Envidio a la gente que hace surf. Yo sé que nunca podría a estas alturas, sólo en sueños.
ResponderEliminarUn beso!
creo que se puede aprender a todas las edades, donde yo voy en verano hay clases desde niños muy pequeños hasta infinito.Cuando me lo pueda pagar me apuntaré
ResponderEliminarMe encantó el relato!!
ResponderEliminarBesos
Gracias, me alegra que te guste
EliminarMe encantó como hilas ese momento especial... el prota con su tabla y ahí se acabe el mundo! Mil besos
ResponderEliminarCuando hacemos algo que nos gusta nos olvidamos del mundo, a mi me pasa con la blogosfera, je je
EliminarLa felicidad de adquirir nuevas habilidades, es fantástico alcanzarlas. Muy bien descrito
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, cuando logramos algo nuevo, es para estar orgullosos
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